La interoperabilidad o interoperatividad es la condición que permite que sistemas o productos diferentes puedan relacionarse entre sí, sin ambiguedad, para coordinar procesos o intercambiar datos. La interoperabilidad se fundamenta en que las informaciones precisas para llevarla a cabo estén disponibles como Normas o Estándares.
Este concepto de interoperabilidad es crucial para el funcionamiento de las redes telefónicas e internet, puesto que permite que las redes estén formadas por diferentes equipos, posiblemente con características heterogéneas, junto con una variedad muy amplia de productos informáticos y software.
En telecomunicaciones, la interoperabilidad entre sistemas hace referencia a la capacidad de las distintas redes de comunicaciones de conectar usuarios de otras redes, de manera que las variaciones en las aplicaciones y en los servicios prestados sobre ellas sean tolerables o ni tan siquiera se perciban las diferencias. La interoperabilidad entre productos se refiere a la cualidad de que un producto pueda ser sustituido por el de otro fabricante sin que por ello varíen las caracteristicas funcionales ni las prestaciones. Un ejemplo de interoperabilidad en telecomunicaciones son las redes de telefonía, que permiten efectuar llamadas desde la red móvil a la red telefónica básica o, incluso, a una red de telefonía IP.
Desde el punto de vista del usuario la interoperabilidad consiste en la capacidad de utilizar aparatos o sistemas, sin tener que preocuparse de los aspectos técnicos.
En términos más exactos la interoperabilidad se podría clasificar en tres tipos: interoperabilidad semántica, funcional y básica
La creación de sistemas interoperables está directamente relacionada con la aprobación de normas y estándares que definan las especificaciones de implementación y los interfaces para conectar entre sí sistemas diferentes. El ejemplo más notable es quizá la arquitectura TCP/IP desarrollada a partir de diversas normas de la Internet Engineering Task Force (IETF), que ha permitido la interconexión de un gran número de redes distintas para conformar Internet.
Por ejemplo, en un producto basado en la arquitectura TCP/IP la interoperabilidad se puede examinar en tres zonas: la "pila" o capas del protocolo, el codec y la aplicación. Y el sistema debe ser interoperable en las tres zonas.
Pila o capas del protocolo El protocolo tiene que realizar lo que diga la norma técnica y, por tanto, es el responsable de que cada capa sea interoperable. Dicho de otro modo, el protocolo ha de efectuar las acciones que sean precisas y comunicarse con otros elementos mediante mensajes e intercambio de datos, para que se cumpla exactamente lo que especifique la norma técnica.
Codec Los Codecs tienen rasgos que son más difíciles de concretar. También hay normas que los definen que, por cierto, cada vez son más complejas, pero a veces los protocolos emplean los codecs de modo diferente, o responden mejor o peor en función de cual sea la carga de video o audio del codec. Lo que quiere decir que en ocasiones el funcionamiento del codec depende del contexto en que se emplee y no siempre basta con probarlo aisladamente.
Aplicación La aplicación es donde se integran todas las funciones. La lógica del programa de aplicación aglutina la pila del protocolo con los codecs y con las funciones propias de la aplicación, dando por supuesto, si todo funciona correctamente, que a partir de ese punto el conjunto es interoperable. Lo cual solo se puede certificar tras superar las correspondientes pruebas de interoperabilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario